Datos de 17.000 españoles, robados a una empresa de camisetas y vendidos en la “dark web”
“22 millones de registros en total, de los cuales 1.060.000 son afectados de la Unión Europea y unos 17.792 de España”: son datos de un incidente de seguridad informática que afectó a Cafepress, una empresa dedicada a la venta de camisetas personalizadas en todo el mundo.
Confidencial Digital ha consultado una resolución reciente de la Agencia Española de Protección de Datos, con la que se archivan las actuaciones referentes al ese incidente en el que fueron sustraídos, para ser puestos a la venta, datos personales de varios miles de españoles.
Datos de clientes a la venta en la “dark web”
Todo comenzó el 6 de agosto de 2019. Ese día Cafepress (que tiene su sede en Shelbyville Road, Lousville, Kentucky, Estados Unidos) descubrió que dos conjuntos de registros de datos de clientes estaban disponibles a la venta en la “dark web”.
Se denomina “dark web” aquella parte parte de la “deep web” o Internet profunda que está intencionalmente oculta a los motores de búsqueda, con direcciones IP enmascaradas y accesibles sólo con un navegador web especial.
En estas redes de “dark web” se llevan a cabo transacciones ilegales: drogas, armas, pornografía infantil, órganos humanos... se venden a través de él.
Notificación a Protección de Datos
La Agencia Española de Protección de Datos recibió un escrito de notificación de quiebra de seguridad remitido por Jones Day, un bufete de abogados que representaba a Cafepress INC.
En el escrito se le informaba de que por fuentes externas habían tenido conocimiento de que Cafepress se había enterado “por fuentes externas que su base de datos de clientes había sido puesta a la venta en la ‘dark web’, un conjunto de un total de 22 millones de registros. Tras investigar el caso determinaron que una tercera persona no identificada obtuvo, sin autorización, la base de datos de clientes de Cafepress”.
De esos 22 millones de registros por todo el mundo, más de un millón pertenecían a ciudadanos de la Unión Europea, y a su vez 17.792 eran de España.
Al comprobar que había clientes de la empresa afectados, Cafepress notificó los hechos a la Agencia Española de Protección de Datos, que puso a la Subdirección General de Inspección de Datos a realizar unas actuaciones previas de investigación para el esclarecimiento de los hechos.
Contraseñas, tarjetas de crédito...
Uno de los problemas iniciales fue que tras recibir las notificaciones, algunas autoridades de control europeas se consideraron interesadas en el asunto. Pero otras, como la del Reino Unido, consideró que no había nada que investigar ya que Cafepress no cuenta con una sede física en la Unión Europea.
En principio, sobre los datos robados a esta web de personalización de camisetas y puestos a la venta en la “dark web” la Agencia Española de Protección de Datos indica que “las categorías de datos afectados por la brecha son datos básicos y de contacto, datos identificativos como nombres de usuario y contraseñas y, solo en algunos casos, datos económico-financieros tales como información de tarjetas de crédito (cuatro últimos números y fecha de caducidad)”.
Sí que hubo unos 15 afectados de la Unión Europea que vieron comprometidos datos más sensibles, como números de identificación fiscal o equivalentes, pero ninguno de ellos de España.
La empresa cuyos datos fueron sustraídos recibió unas 80 solicitudes de información de afectados de la Unión Europea relacionadas con el caso, pero ninguna en la que se manifieste haber sufrido daños por el incidente. Y concluyó que “la probabilidad de que los afectados experimenten consecuencias significativas es neutral para las 15 personas cuyos identificadores fiscales se vieron comprometidos, e improbable para el resto”.
Análisis forense
En su resolución, la Agencia Española de Protección de Datos analiza las medidas adoptadas por Cafepress. Entre las barreras que tenía antes de la “brecha” señala que “constaban medidas de seguridad como Hashing para las contraseñas de los usuarios, segmentación de red, cifrado de credenciales en tránsito, política de claves robustas para empleados, firewalls perimetrales, controles de acceso físicos, formación anual en seguridad para los empleados, y protección con software antivirus. Existe otro grupo de medidas adicionales implementadas para mitigar riesgos relacionadas la mayoría con la migración a otros servidores en julio de 2019 de las tablas de registros de clientes”.
Tras el robo de datos, Cafepress comunicó el suceso al Reino Unido (donde había una gran concentración de afectados) y al resto de las autoridades de control de la Unión Europea cuando determinó el número de afectados de cada país.
Esta empresa estadounidense inició sus propios análisis, con expertos forenses externos. Éstos no pudieron confirmar realmente si la información de los clientes había sido obtenida de su base de datos, “ya que los logs que registran el tráfico en tiempo real no reflejan el incidente”.
Ayuda del FBI
Además, denunció los hechos y comenzó a cooperar con el FBI de Estados Unidos (el país de su sede), y notificó el problema a todos los afectados mediante correo electrónico.
“En el presente caso, consta una quiebra de seguridad de datos personales en las circunstancias arriba indicadas, categorizada como una posible brecha de confidencialidad, como consecuencia del acceso indebido por terceros ajenos a la base de datos del sistema de información de Cafepress”, establece la Agencia Española de Protección de Datos.
También concluye que la empresa “disponía de razonables medidas técnicas y organizativas preventivas a fin de evitar este tipo de incidencias y acordes con el nivel de riesgo”, así como de “protocolos de actuación para afrontar un incidente como el ahora analizado, lo que ha permitido de forma diligente la identificación, análisis y clasificación del supuesto incidente de seguridad de datos personales así como la diligente reacción ante la misma al objeto de notificar, minimizar el impacto e implementar nuevas medias razonables y oportunas para evitar que se repita la supuesta incidencia en el futuro a través de la puesta en marcha y ejecución efectiva de un plan de actuación”.
Como recomendación, Protección de Datos pide a Cafepress que realice un informe final sobre el incidente, que supondría “una valiosa fuente de información con la que debe alimentarse el análisis y la gestión de riesgos y servirá para prevenir la reiteración de una brecha de similares características como la analizada causada previsiblemente por un error puntual”.
Al considerar que Cafepress no había infringido la normativa sobre protección de datos personales, la autoridad española ha terminado archivando las actuaciones sobre este robo de información que afectó a más de 17.000 españoles.
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Fuente: Elconfidencialdigital