Cuarenta y cuatro días después del secuestro y asesinato del doctor José Alberto Betancourt Rosales, de 57 años de edad, la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte difundió la fotografía de uno de los presuntos responsables, captada por las cámaras de seguridad del estacionamiento del Centro Médico de Especialidades el día de los hechos, es decir, el 2 de diciembre pasado.
La imagen, contenida desde hace varias semanas en la carpeta de investigación, muestra a un hombre a bordo de una camioneta color gris-plata. El chofer porta una gorra deportiva con unas letras al frente y viste una chamarra azul con vistas en color gris.
Al momento de ser captada la imagen el conductor tomaba el boleto del estacionamiento del hospital privado, ya que al momento de salir con la víctima rompieron la pluma.
El objetivo de difundir la fotografía a través de los medios de comunicación, precisa la FGE, es solicitar a la comunidad en general que denuncie al agresor en caso de identificarlo en la imagen. La dependencia olvidó dar a conocer los teléfonos para la recepción de las denuncias anónimas.
Como se informó, el plagio ocurrió el día 2 de diciembre. El cuerpo del ortopedista José Alberto Betancourt Rosales fue localizado el 4 de diciembre en el cruce de las calles Autlán y Begonias, en la colonia Felipe Ángeles.
La difusión de la fotografía ocurre después de que la comunidad médica advirtió a la FGE que exhibirían ante los medios este mismo material, por lo que la dependencia estatal procedió a mostrar una de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Centro Médico de Especialidades.
El pasado 5 de enero en una entrevista realizada por El Diario, el fiscal Jorge González Nicolás dio a conocer que los responsables del secuestro y posterior homicidio del galeno ya se encontraban identificados y se esperaba su próxima captura (nota publicada en la página 6, sección A).
Este material fue obtenido por un funcionario federal a quien la familia solicitó su apoyo, y pesar de que la ley faculta y obliga a la FGE a investigar el delito de secuestro y homicidio permanecieron al margen, al argumentar que “la familia así lo solicitó”.
Como se informó el 12 de diciembre del año pasado, la FGE determinaría el posible ejercicio de acción penal contra un funcionario de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) por los delitos de obstrucción de la justicia y posible encubrimiento, informó el fiscal Jorge González Nicolás.
Hasta el momento no ha pasado nada.
El fiscal dijo que de acuerdo con los resultados de las investigaciones realizadas por los agentes de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen en el caso del secuestro y posterior asesinato del ortopedista José Alberto Betancourt Rosales, establecieron que Roberto Oseguera, funcionario federal, recabó las evidencias de los hechos y a petición de la familia encabezó las negociaciones sostenidas con los plagiarios, que a la postre fracasaron.
“Esa es una parte muy importante de la investigación, nosotros quisimos ser muy claros con la comunidad médica de que en el caso del doctor Betancourt no intervino la Fiscalía en la investigación a petición expresa de la familia”, explicó el fiscal.
“No sólo hubo la petición expresa de la familia, sino que cuando tratamos de recabar información nos fue impedido y tenemos información de que se obtuvieron algunas constancias, que se hicieron algunas diligencias por parte de particulares, supuestamente en apoyo de la familia”, agregó el servidor público.
El funcionario federal, paciente del doctor Betancourt, recabó los videos captados por las cámaras de circuito cerrado de televisión de la institución médica, además encabezó las negociaciones con los plagiarios, entre otras cosas.
“No se dio aviso a la Fiscalía hasta 72 horas después de la existencia de estas evidencias. Desde aquí hubo un problema de comunicación muy grave, no volvimos a tener contacto con la familia del médico desde el momento en que ocurrió el hecho”, dijo.
Al respecto, el ministerio público adscrito a la oficina del procurador General de la República en la delegación en Chihuahua, Roberto Oseguera, descartó ayer haber participado en alguna negociación relacionada con el plagio del doctor Betancourt, quien apareció asesinado el pasado sábado 4 de diciembre.
En breve entrevista con El Diario, Oseguera informó que la noche del plagio, él sólo recibió una llamada de parte de allegados al médico que presenciaron el ilícito y que, de manera inmediata, notificó a agentes de la Policía Federal que se encontraban en la zona del Pronaf para que “radiaran” en búsqueda de los sospechosos.
También, informó, llamó por teléfono a la Policía Ministerial para reportar el hecho.
“Yo sólo canalicé el hecho a las instancias correspondientes, la Policía Federal y a la Unidad de Personas Desaparecidas de la Policía Ministerial, pero de ninguna manera intervine en negociación alguna”, dijo Oseguera, visiblemente afectado.
El funcionario también insistió en que su participación fue sólo en calidad de ciudadano y amigo de la víctima, mas no en calidad de servidor público.
El fiscal González Nicolás agregó por su lado que tras el plagio del médico ortopedista los agentes llegaron ocho minutos después y a pesar del rastreo que se realizó, los resultados fueron negativos.
“No se logró la captura de los agresores en ese momento y a partir de ahí fuimos excluidos a petición de la familia por miedo que tenían ellos y perdimos el contacto con ellos.
Hasta ahora sabemos que algunos elementos como videos y otras cuestiones fueron recogidas por este particular (Oseguera) y nos encontramos con que las cosas no se hicieron profesionalmente y con los cuidados debidos”, agregó.
El fiscal fue claro en señalar que de existir algún delito la sociedad debe tener “la seguridad de que se va a proceder contra ésta y las personas que estén involucradas”, lo cual no ha ocurrido y sólo quedó en una declaración pública.
Por separado, datos extraoficiales obtenidos por El Diario indican que personas allegadas a la víctima sí interpusieron una denuncia por el delito ante la Fiscalía General del Estado, pero que, después de que la Policía Federal intervino, se les solicitó a los denunciantes que no hubiera ya más intervención del Ministerio Público del Estado. La denuncia, sin embargo, había sido de cualquier forma ya interpuesta.
El ortopedista José Alberto Betancourt Rosales fue privado de su libertad el jueves 2 de diciembre en el estacionamiento del Centro Médico de Especialidades, en donde prestaba sus servicios.
Datos extraoficiales de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua indicaron entonces que, alrededor de las 8 de la noche de ese día, la víctima fue interceptada por un grupo de hombres armados que lo subió a una camioneta (color gris) y luego salió a toda prisa del aparcamiento y que incluso derribaron la pluma.
Tras este delito, la familia del profesionista fue buscada por los plagiarios para cobrar un rescate a cambio de la libertad del galeno. Los datos agregaron que, debido a las amenazas, los parientes del médico no presentaron la denuncia. La tarde del sábado siguiente, el ortopedista fue encontrado asesinado y su cuerpo se localizó en las calles Autlán y Begonias, de la colonia Felipe Ángeles. En el área se encontraron cuatro casquillos calibre .45, por lo que se presume que en ese punto fue victimado.
FUENTE: www.diario.com.mx