Estudiaban sistemas de alarmas y vías de escape para Asaltar viviendas, naves.
Asaltaban viviendas, naves industriales y hasta iglesias. La 'Operación Jerbos' ha logrado poner coto a una organización que había cometido más de una treintena de asaltos en Murcia, Almería y Granada. Este golpe de la Guardia Civil se saldó con la detención de 20 presuntos miembros de la banda, cuatro de ellos vecinos del Puerto de Mazarrón. Según informaron fuentes del cuerpo, ésta había saqueado casas e instalaciones industriales de Mazarrón y Puerto Lumbreras.
En una de estas localidades, además, la red saqueó el domicilio de un empresario murciano, haciéndose con una importante cantidad de joyas, dinero y una pistola. Según explicó la Benemérita, la banda contó en esta ocasión con la presunta colaboración de un trabajador magrebí, mano derecha del empresario.
En el transcurso de la 'Operación Jerbos', la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizó trece registros, dos de ellos en Mazarrón. En éstos se incautó de diversos sopletes utilizados para la apertura de cajas fuertes, inhibidores de frecuencia, radiotransmisores, pasamontañas, guantes y documentos de identidad falsificados. Además, los agentes encontraron cuatro coches robados, además de joyas, relojes, dinero y material informático.
Reconocimiento previo
La operación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de una banda que estaba cometiendo robos en viviendas y naves industriales. Sus integrantes, según explicó el cuerpo, hacían un reconocimiento de las zonas residenciales y de los polígonos industriales donde iban a robar. Estudiaban los sistemas de alarmas y las vías de escape y contaban con informadores que les proporcionaban detalles precisos de los lugares en los que podían cometer los robos. La red, según explicó el Instituto Armado, también accedía a personas muy especializadas en diferentes áreas delictivas, entre ellas una mujer búlgara a la que contrataban cuando necesitaban abrir cajas fuertes y puertas de seguridad de especial complejidad.
Una vez elegido el lugar se desplazaban en vehículos a nombre de personas de la organización que carecían de antecedentes. Controlaban durante varios días los horarios de moradores de viviendas o de trabajadores de empresas para asegurarse de que en el momento del robo no hubiera nadie en su interior.
Ya en la nave o en la vivienda elegida anulaban las alarmas mediante dispositivos electrónicos y accedían al interior para apropiarse de dinero y de objetos de valor y luego regresaban a sus domicilios y depositaban el botín en casas de otros miembros de la organización que se encargaban de dar salida al material robado.
En esta operación, además del asalto al empresario murciano, también se ha esclarecido el robo a una empresa de Almería. Allí los ladrones se apropiaron de 94 bicicletas eléctricas y 30 ciclomotores. Un botín valorado en más de 200.000 euros y que la Benemérita ha logrado recuperar casi por completo.
La 'Operación Jerbos' también permitió aclarar una tentativa de robo en la iglesia de Santiago de Almería. Al parecer la banda pretendía apropiarse, por encargo de un coleccionista, de las imágenes religiosas y otros objetos de valor del templo. La Guardia Civil encontró también presuntos vínculos de la red con el tráfico de drogas.
Fuente: laverdad