La grabación de las cámaras de seguridad no dejan lugar a duda. Cuatro encapuchados rondaron ayer a sus anchas por el mercado de abastos de Mercabilbao en Basauri. El objetivo que perseguían, según explicaban ayer los propietarios y trabajadores de los puestos, era "el dinero en efectivo". Ni los ordenadores ni los talones ni otras pertenencias. Lo que buscaban los asaltantes era el dinero contante y sonante. "Iban a lo que iban y no se entretuvieron con nada más", manifestó el propietario de Frutas Tito, uno de los puestos allanados.

La Ertzaintza continúa con las labores de investigación para esclarecer los hechos que tuvieron lugar alrededor de las 01.00 horas de ayer en el mercado de Basauri. Las cámaras de seguridad recogían claramente a cuatro encapuchados irrumpiendo en, al menos, ocho puestos de este mercado que abastece a numerosos comercios de todo el territorio vizcaino. Tal y como explicaban los afectados, los presuntos ladrones accedieron al interior de los puestos cortando las cadenas que aseguraban la verja interior, así como los candados del portón de garaje exterior. "Uno de ellos se quedó vigilando mientras los otros entraban en los puestos", indicó un empleado. Una vez dentro, los allanadores entraban en las oficinas, localizaban la caja fuerte y mediante una radial abrían uno de sus laterales para hacerse con la recaudación que los comerciantes guardaban en su interior. "Han abierto las cajas fuertes como si fueran latas de sardinas y eso que alguna de ellas pesaba 400 kilos", destacó uno de los empleados.

Se desconoce la cantidad de dinero que han podido sustraer ya que cada puesto tenía una cuantía diferente en la caja fuerte: "A algunos 600 euros y otros 1.500", se rumoreaba en el mercado. Lo cierto es que ni siquiera algunos de los propietarios sabían cuánto habían perdido. "Todavía tenemos que hacer cuentas y calcular lo que se han llevado", afirmaron desde Frutas Tito. En el puesto de Udondo, su propietaria se lamentaba entre lágrimas aún conmocionada al recibir la noticia: "Lo peor es que después de habernos robado, ahora tenemos que seguir trabajando".

Los investigadores a cargo de la causa donde se busca dilucidar si los 944 kilos de cocaína que llegaron a Barcelona a principio de año en un avión piloteado por hijos de brigadieres argentinos fue cargada en el país prácticamente descartaron que la droga haya sido subida a la nave en el aeropuerto internacional de Ezeiza, de donde salió el 1º de enero el Challenger 604 rumbo a España.

“Son bajísimas las posibilidades”, graficó una fuente con acceso a la causa acerca de que la cocaína haya sido cargada en Ezeiza, por los niveles de control que hay en ese aeropuerto. La fuente sostuvo que allí “hay muchos controles” y cámaras de seguridad que en su análisis -destacó- no evidencian irregularidades que permitan sospechar que la droga fue subida allí.

Así, las hipótesis son dos: que la cocaína se subió al avión en otro de los tres lugares en los que la nave estuvo en el país (el aeródromo de Morón, Mar del Plata y Aeroparque) o en Cabo Verde, donde hizo escala para cargar combustible antes de arribar a Barcelona.

Por eso el juez en lo Penal Económico Alejandro Catania espera que la Justicia de España le conteste un exhorto, en el que le solicitó los datos completos de la computadora del avión y que le informe cómo fue hallada la droga en la nave.

Los voceros consideran “clave” esa información por dos motivos. Primero, que de la computadora surge el peso del avión en cada uno de los lugares donde estuvo, por lo que así se puede determinar la diferencia de peso de la casi una tonelada de la cocaína, y por ende conocer dónde se cargó. Y segundo, cómo y en qué parte del avión fue hallada la cocaína por la Guardia Civil de Barcelona.

“Si la droga estaba dentro de bolsos en la bodega del avión pudo haber sido cargada en Cabo Verde durante las al menos dos horas que hizo escala. Pero si se encontró dentro de los asientos del avión eso lleva más tiempo de preparación y se habría cargado en el país”, explicó un vocero.

El proyecto se ejecutará con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

"Una donación de 300,000 dólares provenientes de la AECID fue recibida esta semana por la Secretaría de Finanzas para que sea trasladada a la municipalidad por la vía de la Comisión de Seguridad Ciudadana para que se eche a andar el proyecto contenido en el Plan Nacional de Seguridad", informó el alcalde de Puerto Cortés, Allan Ramos.

Según el edil, con esos recursos se procederá a licitar la instalación de las cámaras de seguridad para que ayuden a ejercer mayor vigilancia y control en puntos que han sido definidos por la Comisión de Seguridad Ciudadana.

La iniciativa de las cámaras se suma al aumento de la dotación de vehículos de seguridad en las calles, aumento de los patrullajes y definición de puntos fijos en sitios vulnerables del puerto, indicó Ramos.

 

FUENTE: www.proceso.hn

Los lugares seleccionados para el robo eran principalmente naves situadas en polígonos industriales. Durante la noche, tras inutilizar los sistemas de alarma y valiéndose de palanquetas, mazas, martillos o percutores hacían butrones en paredes o techos accediendo al interior de las empresas seleccionadas. En otras ocasiones entraban forzando puertas o ventanas, apropiándose del dinero existente en cajas de seguridad, máquinas registradoras u otros objetos de valor. Los polígonos se han convertido en el territorio preferido de los cacos.

Setenta naves industriales han sido desvalijadas durante el pasado año, en cuatro polígonos del municipio: Tubacero, Los Camachos, Cabezo Beaza y La Palma. En la mayoría de los casos los delitos fueron perpetrados por bandas organizadas, según fuentes policiales. El único que se ha salvado de las garras de los amigos de lo ajeno ha sido el del Valle de Escombreras.

El más castigado por los atracadores fue el polígono industrial Tubacero, compuesto por unas 40 empresas y ubicado en la carretera de La Unión. Allí, cuenta el presidente de los empresarios, José Padilla, robaron en treinta ocasiones. En 2009 sólo hubo media docena de robos. Pero este año se han cebado. Sólo en su nave, entraron siete veces. «Eran siempre los mismos. Lo sabemos porque los tenemos grabados en las cámara de seguridad. Pero nunca los detuvieron», dice este empresario.

Almacenes diseminadas

Maderas Asuar fue la última nave que desvalijaron. Se llevaron casi 80.000 euros, pero también entraron en Properti, Perfilacero o en una fábrica de mármoles, y así hasta en una treintena. «No tenemos seguridad, porque la ley no nos lo permite. El polígono tiene naves muy diseminadas y la normativa impide que los vigilantes de seguridad tengan que salir a la carretera durante su jornada. No podemos permitir pagar cada uno la nuestra», explicó José Padilla.

Su única esperanza es que desde al Delegación del Gobierno, a quien se lo han pedido en varias ocasiones, mande más efectivos de la Guardia Civil a patrullar el lugar.

La escultura en honor a Ernesto Che Guevara se inauguró en junio del 2008, en una de las carreteras más transitadas del área metropolitana coruñesa.

La pieza, de ocho metros de altura y construida con acero corten y una base de piedra, fue objeto de numerosas críticas durante mucho tiempo, entre otros motivos, porque costó a las arcas municipales más de 100.000 euros.

De hecho, la pieza escultórica fue objeto de actos vandálicos y en más de una ocasión amaneció llena de pintadas.

Estos hechos llevaron al alcalde, Ángel García Seoane, a solicitar a la Delegación del Gobierno la instalación de cámaras de seguridad para vigilar la estatua, una petición que fue rechazada después de que ya se hubiera colocado una cámara en un poste del tendido eléctrico.


FUENTE: www.lavozdegalicia.es