Las cámaras de seguridad del banco grabaron el intento de robo
Inexpertos o desafortunados. No se sabe bien qué le sucedió a una banda de delincuentes encapuchados vestidos de negro que, sobre las 5 de la madrugada del viernes, trataron de asaltar una sucursal de Ibercaja en Alcalá de Henares. Iban en dos vehículos de alta gama, presumiblemente robados. Eligieron el método del alunizaje y empotraron uno de ellos, un BMW Serie 1, contra la sucursal, situada en el número 8 de la calle de Jorge Juan del barrio de La Garena de la Ciudad Complutense.
De hecho, embistieron el vehículo con tal fuerza que acabó literalmente «aparcado» dentro del establecimiento. En su recorrido, se llevaron por delante mobiliario, ordenadores, aparatos de aire acondicionado, eléctricos, cableado... Además, los delincuentes arrancaron de cuajo el cajero automático, que quedó tirado sobre el suelo; quizá intentaron abrirlo para apoderarse del dinero. A pesar de los grandes destrozos que provocaron en la entidad, se fueron con las manos vacías. No se llevaron ni un solo euro. Así lo confirmaron a ABC fuentes del caso.
«No sé si podremos abrir el lunes. Está todo hecho una pena. Parece que han puesto una bomba», explicaban varios empleados. Ninguno de ellos podía dar crédito a lo que veían sus ojos cuando llegaron a sucursal y vieron la puerta destrozada y en la entrada, la mitad de un coche que los encapuchados dejaron dentro del banco. Lo tuvo que retirar al grúa.