Las cámaras de seguridad grabaron cómo atracó con una pistola el establecimiento de compra-venta de oro.
El robo a mano armada que tuvo lugar la tarde del viernes 26 de octubre en una joyería en el barrio de La Calzada, y en el que el delincuente huyó con el botín antes de la llegada de los agentes, tal y como muestra la cámara de seguridad del establecimiento. El asalto se produjo en un establecimiento de compra-venta de piezas de oro. «Era un hombre de 40 años, delgado y alto, entró con gafas de sol y la capucha, sacó una pistola de entre la ropa, me dijo que me callase y que le diese todo el dinero que había en la caja», explicaba la dependienta.
Os mostramos el video de las cámaras de seguridad
Esperó a que estuviese sola y entró en el establecimiento cuando faltaban pocos minutos para que cerrase al público. Le apuntó con una pistola y le exigió que le entregase todo el dinero que tenía en la caja registradora.
El vídeo de las cámaras de seguridad muestran como reaccionaba la empleada, que fue esconderse en el almacén con la puerta entreabierta e implorarle al asaltante que bajase la pistola, mientras éste, en actitud sosegada, le pide silencio. Fue en ese momento cuando da comienzo una negociación entre ambos, en la que el atracador no cesa de pedir el máximo dinero posible .Tal y como explicó la dependienta, su intención era dilatar la conversación y lograr pulsar el botón de seguridad para dar aviso a la Policía, pero para ello debía alejar al atracador del mostrador. Así se puede comprobar en las imágenes, donde se aprecia cómo el atracador termina cediendo, da dos pasos atrás y guarda el arma, aunque persiste en actitud amenazante. La empleada aprovecha ese momento para acercarse y pulsar el botón pánico hasta en cinco ocasiones.
Por su parte, el delincuente, ajeno a esta operación, continúa exigiéndole todo el dinero posible. «¡Dame más, sé que tienes más!», se le oye gritar mientras la asustada empleada comienza a abrir la caja y sacar un fajo de billetes de 50 euros. El atracador se guarda el dinero en el bolsillo de la chaqueta, pero, consciente de que la empleada no ha vaciado la caja al completo, continúa insistiendo en obtener más botín. «Él quería más. No le valía con lo que le daba y exigía más y más...», rememoró la empleada, quien nuevamente procedió a abrir el cajón para sacar, en esta ocasión, los billetes de cinco euros. Tras guardarse el fajo en el bolsillo delantero del pantalón, el delincuente decide dar por terminado el atraco y comienza limpiar el mostrador con la manga de su chaqueta para evitar dejar huellas. Tras ello, abandona el local de forma tranquila y sin prisa.
La Policía Nacional sigue recabando testimonios y pruebas que ayuden a identificarlo. Al parecer, la pasada semana se habría producido un intento de asalto en un kiosco del mismo barrio de La Calzada, perpetrado por un hombre cuya descripción coincide con el asaltante de la joyería.
Fuente: elcomercio