El jefe de equipo de Seguriber, Raúl Monteverde, ha culpado a Madrid Espacios y Congresos (Madridec) de ordenar la apertura del portón de emergencias del Madrid Arena por el que hubo una entrada masiva de personas y de hacer más livianos los controles de acceso al recinto el 1 de noviembre.
Monteverde ha prestado declaración como imputado durante más de cuatro horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de cinco jóvenes en una avalancha humana en el Madrid Arena el pasado 1 de noviembre. A petición de la Fiscalía y las acusaciones particulares y populares, el juez le ha impuesto al jefe de equipo de Seguriber la obligación de comparecer en el Juzgado los días 8 y 22 de cada mes.
Monteverde ha indicado que el jefe de Operaciones y Proyectos de Madridec, Francisco del Amo, a quien ha identificado como Bravo Eco Uno, dio la orden a través de la emisora de abrir el portón de emergencias del Madrid Arena para que entrara la gente al pabellón, según los abogados de las víctimas. El jefe de equipo de Seguriber ha precisado que Francisco del Amo o Bravo Eco Uno dijo por la emisora a una vigilante llamada Soledad, situada en la puerta F-3, que levantara la requisa y que la hiciera "más liviana".
Ha explicado que los trabajadores de Seguriber no cacheaban, sino que palpaban a los asistentes a la fiesta y que hacían controles aleatorios, sin precisar si se hacían cada cien o cada mil. Monteverde ha detallado que, por contrato, había 38 personas de Seguriber, que se encargaban de la seguridad exterior del pabellón, al tiempo que ha reconocido que la dotación de personal tanto de Seguriber como de la Policía municipal era inferior a la que se había dispuesto en otros eventos.
Además, ha destacado que la Policía Municipal no hizo caso al botellón y que Seguriber no tenía competencia dentro ni fuera del aparcamiento. Ha recalcado que Seguriber estaba a las órdenes de Madridec, concretamente del coordinador de Operaciones y Proyectos, Francisco del Amo, y del ex director de Seguridad Rafael Pastor.
Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia, ha calificado de "lamentable" la declaración judicial del jefe de equipo de Seguriber, que se ha desdicho de su testimonio ante la Policía, en el que reconoció que hubo una avalancha.
Monteverde ha dicho que no vio las avalanchas porque la pantalla de las cámaras de seguridad era pequeña y se dividía en dieciséis trocitos, lo que, en opinión del abogado de la acusación particular, es "absolutamente impresentable".
Núñez ha estimado que el jefe de equipo de Seguriber "faltó a la verdad" en su declaración policial porque afirmó que ayudó a trasladar a la enfermería a dos de las víctimas entre las 04:00 y las 04:50 de la madrugada, cuando todas las niñas ya estaban en la enfermería a las 04:05 cuando llegó el Samur. Por su parte, Alfonso Coronel de Palma, el abogado de Monteverde, ha manifestado que su cliente ha acreditado en sede judicial el cumplimiento íntegro de sus obligaciones y las de Seguriber en la seguridad exterior del Madrid Arena, y ha agregado que la empresa no tiene competencia alguna en el interior del pabellón.
Coronel de Palma ha apuntado que su cliente tiene la conciencia tranquila porque "hizo lo que tenía que hacer", después de ofrecer su colaboración para esclarecer los hechos en sede judicial por respeto a las víctimas, a los familiares y a la justicia.
Fuente: diariodejerez