Aunque no hubiera confesado los hechos, el acusado de matar a su mujer de treinta puñaladas en Ondara hubiera sido identificado de todas maneras. Una cámara de seguridad de un supermercado grabó la brutal agresión, así como el momento en que el acusado deshinchó las ruedas del coche de su mujer, según declaró ayer en el juicio el guardia civil que encontró el cadáver. Asimismo, una vecina de la zona donde se cometió el crimen lo vio todo desde la ventana de su casa.
Un jurado popular juzga esta semana en la Audiencia de Alicante este crimen por violencia de género en el que el acusado se enfrenta a 23 años de prisión. El hombre esperó a su víctima de madrugada junto al coche de ésta y la abordó cuchillo en mano cuando regresaba de una noche de copas. La pareja estaba en trámites de separación y el acusado admite todos los hechos aunque aduce que sufrió un ataque de celos.
En la vista de ayer declaró el agente que se desplazó al lugar donde se encontraba el cadáver, una vez que el acusado fue al cuartel de El Verger para confesar los hechos. Según manifestó, la versión que les dio el acusado coincidía con lo que recogieron las cámaras de seguridad de un supermercado cercano. La hoja del cuchillo se deformó tras la agresión.
Asimismo, la vecina que presenció los hechos dijo que se asomó por la ventana al escuchar gritos en la calle. Aunque desde donde estaba no podía ver el cuchillo, señaló que parecía golpearla con algo, por lo que corrió a llamar a la Policía. Por último, declaró la hermana de la víctima, que está al cargo de los tres hijos de la pareja. En la actualidad cobra una pensión por orfandad de los niños.
Fuente: diarioinformacion