La ría de Arousa ya tiene su torre de control para combatir el narcotráfico y la pesca ilegal
El instalado en O Carreiro (O Grove) durante los cinco últimos meses es uno de los elementos del Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) del Ministerio del Interior
En octubre del año pasado FARO anunciaba que el Ministerio del Interior había iniciado en O Carreiro (O Grove) las excavaciones previas a la instalación de uno de los dispositivos del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), cuya llegada a las Rías Baixas ya había sido pronosticada un año antes. Ahora puede decirse que la ría de Arousa dispone ya de su propia base operativa, pues el lugar antes citado está ocupado ahora, después de cinco meses de intensos trabajos, por una portentosa antena provista de cámaras de vigilancia y todo tipo de sofisticados elementos de control.
Se trata de una torre, antena y/o radar que, en coordinación con otros a instalar en la costa gallega –en Cíes ya se colocó uno semejante la semana pasada– va a permitir un estrecho seguimiento de cualquier embarcación sospechosa, lo cual va a intensificar la lucha contra el narcotráfico.
Llegado el momento, si se cumplen los planes de colaboración que se ha propuesto entablar hace ya un par de años la Consellería do Medio Rural e Mar, bajo dirección de Rosa Quintana, incluso puede servir para hacer frente a la pesca ilegal y el furtivismo, como también para aumentar la seguridad en el mar, tanto dentro como fuera de las rías.
Esa colaboración parece ahora más factible que cuando empezó a fraguarse esta posibilidad, ya que el Gobierno central también pasó a manos del PP y se cree que, por este motivo, resultará más sencillo colaborar entre Xunta y Ministerio del Interior.
La gran beneficiada con la implantación del SIVE es la Guardia Civil, pero en caso de concretarse esa colaboración entre administraciones públicas también saldrán ganando efectivos o servicios como Gardacostas de Galicia y la Policía Autonómica.
Cabe incidir en que este sistema de vigilancia surgió en su momento para controlar las aguas del Estrecho de Gibraltar y detectar tanto pateras como lanzaderas, o cualquier otra embarcación implicada en operaciones de inmigración ilegal o de narcotráfico, entre África, Canarias y la Península Ibérica.
Ahora este mecanismo de vigilancia costera se extiende por diferentes puntos de Galicia, donde en casos como el Arousa se produce un llamativo contraste, pues el moderno y sofisticado sistema de control instalado en la península grovense –por aquello de ocupar la boca de la ría y controlar así tanto su interior como las aguas exteriores– se sitúa en las inmediaciones del yacimiento arqueológico de Adro Vello.
De este modo las más modernas tecnologías puestas al servicio de la vigilancia y la seguridad comparten espacio con importantes restos de civilizaciones pasadas.
En cuanto este punto de observación y los demás instalados ya o en fase de colocación en Galicia estén plenamente operativos –el proyecto contempla su puesta en marcha definitiva a mediados de este año–, será el momento de que la Consellería do Medio Rural e Mar entable conversaciones mucho más concretas con el Ministerio del Interior para buscar la máxima colaboración y, por ende, una mayor funcionalidad de tales aparatos.
Mientras tanto, el proyecto se desarrolla entre cierto secretismo, por razones obvias de seguridad, hasta tal punto de que en algunas localidades que fueron requeridas desde Interior para agilizar la concesión de las licencias de obra e instalación de estos radares se refieren al proyecto como una especie de "secreto de Estado", y lo cierto es que puede que lo sea, dada su trascendencia.
Diversos radares y una estación sensora con 180 kilómetros de alcance
El SIVE pone a disposición de las fuerzas de seguridad, y más concretamente de la Guardia Civil, radares capaces de detectar embarcaciones a diez kilómetros de distancia y transmitir la señal a varios monitores de televisión.
No obstante, y como se avanzó hace un par de años, la "estación sensora" de las Illas Cíes tiene un alcance de unos 180 kilómetros.
Infrarrojos
Los radares aludidos están provistos de cámaras de vídeo de gran alcance diurno, con imagen de detalle e intensificador de luz que permite tomar imágenes de baja luminosidad, y reciben el apoyo de cámaras con infrarrojos que permiten la visión nocturna y diurna, con imagen de alto contraste y una considerable resistencia frente a condiciones meteorológicas adversas.
Es así como el Ministerio del Interior presenta el SIVE, al que define como un instrumento "capaz de mejorar la interoperatividad con unidades de otros organismos".
Una red de "narcorradares" con posibles usos pesqueros
Como se ha explicado en los dos últimos años, desde que empezó a sonar la aplicación en Galicia del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), aparatos como el de O Grove, en coordinación con los demás colocados en la comunidad gallega o a punto de estarlo, son capaces de seguir cualquier movimiento de una embarcación, por pequeña o rápida que sea, tanto de día como de noche.
Pero de igual manera puede servir para controlar los movimientos de barcos pesqueros, marisqueros o de acuicultura que no respeten el horario de faena, que trabajen fuera de las zonas autorizadas o que incumplan las vedas o cualquier otra norma pesquera.
En la Consellería do Mar, donde esperan ansiosos la apertura de una línea de colaboración para sacar el máximo provecho a este dispositivo de radares y cámaras, incluso viajaron en su momento a Andalucía para supervisar su funcionamiento. Y la conclusión no pudo haber sido más positiva. Como se dijo entonces, las autoridades consultadas sobre este plan de vigilancia en las Rías Baixas argumentan que estos radares son capaces de "detectar a larga distancia las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral e identificar el tipo de barco y a sus tripulantes, con el fin de comprobar la posible actuación ilegal de los mismos y coordinar el seguimiento de la embarcación, utilizando para ello los medios marítimos, aéreos y terrestres con que cuenta la Guardia Civil, que además utiliza el SIVE para interceptar a los presuntos delincuentes".
A los sistemas de Cíes y O Grove deben sumarse los previstos para Sálvora y Ons, lo cual garantizará el control del conjunto de las Rías Baixas.
El Parque Illas Atlánticas y el interior de la ría
En diciembre de 2010 FARO informaba de que el Estado disponía en las Rías Baixas de equipos de seguimiento y control a disposición de la Guardia Civil que iban a ser ampliados con una importante intervención en Sálvora, Ons y Cíes, en este último caso incorporando un potente artefacto capaz de detectar muy lejos de la costa lanchas o cualquier tipo de embarcación que pueda resultar sospechosa. De este modo empezaba a hablarse del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), anunciándose que gracias a él la Guardia Civil va a poder disponer de imágenes en tiempo real mediante las cuales efectuar un exhaustivo control sobre la navegación marítima en la fachada atlántica, y particularmente en las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa. Ya entonces en la Xunta apuntaban que la colaboración con el Estado permitiría que la lucha contra el narcotráfico resultara igual de satisfactoria que contra la pesca ilegal o el furtivismo, tanto en la plataforma continental e Illas Atlánticas como en el interior de las rías.
FUENTE:Faro de Vigo