La Administración también recorta de los servicios de vigilancia.
Hay consellerias y departamentos que han disminuido su gasto en seguridad casi un 30%.
La seguridad no escapa a la guadaña de la Administración y en 2012 la partida para este concepto ya baja en varias consellerias y departamentos. Tampoco ayudará al sector la disminución de ferias y congresos, en los que siempre hacía falta algún vigilante.
La semana pasada este diario ya habló de una de las víctimas de este recorte: el perro Nut, un miembro de la unidad canina de vigilancia de las estaciones de tren y metro de Serveis Ferroviaris de Mallorca que ha ido al paro, junto a otros cuatro perros. También han quedado sin trabajo otros seis agentes de seguridad de Trablisa, desde donde confirman que todos los organismos públicos, desde consellerias hasta ayuntamientos, están reduciendo servicios. "Buscan la máxima eficiencia por el mínimo coste", apunta su director comercial.
Los recortes en esta línea ya empezaron con el anterior equipo del Govern. Por ejemplo, el 1 de enero de 2011 la conselleria de Educación suprimió la figura del guardia de seguridad en la mayoría de institutos de las islas. Precisamente la conselleria de Educación es una de las que más recortará en este concepto de cara al 2012, cuando destinará 389.911 euros en la vigilancia de edificios: un 29% menos que en 2010. En Presidencia el recorte es bastante menor, de apenas unos 5.000 euros, al pasar de 60.000 euros de gasto en 2010 a 55.000 en 2012. En algunos casos contados, la partida sube. Es el caso del Parlament: en 2010 se invirtió 250.000 euros para proteger el edificio mientras que el año que viene se gastarán hasta 270.000 euros.
Cabe recordar que hace unos años la seguridad de la cámara balear fue puesta en entredicho al sucederse una oleada de robos. Fue en 2005, cuando Pere Rotger ejercía de presidente del Parlament y desaparecieron varias cuadros además de objetos de los diputados, como móviles, estilográficas e incluso ordenadores personales, además de dinero. En aquel momento se tomó la decisión de instalar cámaras.
Uno de los organismos públicos que también tiene previsto ahorrar en este concepto es la Universitat, que ya ha anunciado que durante los periodos de vacaciones cerrará la mayoría de edificios del campus, para disminuir el gasto en vigilancia y consumo energético.
El sector público constituye el principal mercado de las empresas de seguridad privada. Según expuso Carlos Botán, delegado de Prosegur en Balears y organizador del V Día de la Seguridad Privada, el 76% del trabajo se centra en la administración pública frente a un 24% de acciones que se llevan a cabo en la empresa privada.
Con motivo del día de celebración del sector el pasado mes de octubre, Botán recordó que este negocio da trabajo a unas 90.000 personas y señaló que en Balears el 72% de la población asegura sentirse más seguro en los sitios en los que hay vigilancia. Según una encuesta realizada por APROSER, la asociación profesional de compañías privadas de seguridad, el 15% de los encuestados se mostró a favor de que hubiese vigilantes "en las calles en general" y a un 9,3% les gustaría que estuvieran en colegios e institutos
fuente:Diario de Mallorca