Las cámaras de control de tráfico se multiplican en 2011
El centro de pantallas para el control del tráfico de la Policía Local de Guadalajara cada vez ofrece más información a los agentes para que puedan comprobar el estado del tránsito en la capital, además de perseguir algunas conductas incívicas e infracciones tanto en terreno de la circulación como en el de la seguridad ciudadana y la convivencia
A lo largo del pasado año 2011, otras cuatro cámaras fueron instaladas en distintos puntos de la capital con el fin de ir completando una red de vigilancia y control más amplia.
De este modo, son ya once las cámaras que se reparten por la ciudad, intentando cubrir los puntos más conflictivos para el tráfico capitalino, así como aquellos en los que se producen grandes aglomeraciones de gente. De este modo, los nuevos dispositivos instalados suponen un 36 por ciento del total existente, por lo que a lo largo del pasado año se llevó a cabo un importante incremento sobre el número de puntos de vigilancia existente.
Una de las nuevas cámaras instaladas a lo largo de 2011 se han colocado en la intersección entre la calle México y la avenida Pedro Sanz Vázquez, mientras que otra se ha instalada en las inmediaciones del zoo, más destinada a controlar el acceso y posibles incidencias en este parque municipal de gran afluencia y en el cementerio, ubicado en frente, que para el control del tráfico en una zona relativamente tranquila.
Además, los otros dos dispositivos se encuentran en dos de los nudos principales en el tráfico de la ciudad, uno de acceso y salida de la misma y otro en el tránsito interior. De este modo, desde hace unos meses, la glorieta de Cuatro Caminos tiene su cámara de control de tráfico, así como la rotonda de las Víctimas del Terrorismo, desde la que se controla el tránsito en los primeros tramos de las calles Constitución y Cifuentes, de la avenida de Castilla y del paseo Doctor Fernández Iparraguirre.
Y es que, gracias a las características técnicas de estas cámaras, que pueden ser dirigidas desde el centro de pantallas de control del tráfico del cuartel de la Policía Local, la visión de los agentes sin salir de la Jefatura es de 360 grados alrededor del dispositivo y con la posibilidad de acercar el objetivo a cualquier rincón gracias a un potente ‘zoom’.
Más de tres años
Los guadalajareños llevan más de tres años viviendo con las cámaras de control del tráfico, que también han servido para detectar algunos incidentes relacionados con la seguridad ciudadana, como accidentes o intentos de robo, con lo que se ha podido alertar lo antes posible a los agentes en la calle o a otras fuerzas de seguridad. Así, desde junio de 2008, cuando se inauguró el nuevo cuartel policial y, con él, el centro de pantallas, el cuerpo tiene ‘ojos’ en puntos tan transitados como el tramo final de la avenida del Ejército y su confluencia con la plaza de los Caídos; la zona de la iglesia de San Ginés, donde se cruzan la calle Amparo, el paseo de Las Cruces y La Carrera, o la pasarela peatonal del parque de La Amistad.
Detección de delitos
Además de vigilar el tráfico y poder tomar decisiones para regularlo en caso de incidencias, las cámaras de vigilancia de la Policía Local también les permiten detectar comportamientos y maniobras irregulares por parte de los conductores. Así, el hallazgo de delitos contra la seguridad vial y de infracciones graves es otra de las misiones de estos dispositivos. A lo largo del pasado año, los delitos de tráfico en Guadalajara ascendieron a 185, de los que 146 fueron alcoholemias positivas, muchas de ellas descubiertas por los agentes al observar durante la patrulla o por las cámaras una conducta temeraria o irresponsable al volante.
Aumentando los recursos policiales
Además de incrementar el número de cámaras de vigilancia en las calles capitalinas, el cuerpo de Policía Local de Guadalajara no se está viendo tan afectado por la crisis como otros departamentos municipales. Así, durante el año 2011, la plantilla policial se vio completada con la incorporación de 12 policías nuevos, además de un agente de movilidad. De este modo, el cuerpo municipal cuenta con un total de 110 efectivos ordinarios y otros seis agentes de movilidad. La previsión para este año es que la plantilla no se incremente, y solamente habrá convocatoria de plazas en caso de jubilaciones u otro tipo de bajas. En cuanto a los recursos materiales, la Policía Local también incrementó sus herramientas, con un furgón de atestados y otro de señalización, además de tres motos de patrulla.
Dos radares para marcar la velocidad de los infractores
Entre las medidas encaminadas a pacificar y controlar el tráfico y, en concreto, el cumplimiento de la Ordenanza General de Circulación, la Concejalía de Seguridad y Movilidad instaló en dos puntos de la ciudad sendos radares el pasado año, con el fin de disuadir a los conductores de pisar el acelerador más de la cuenta. Por el momento, y a falta de confirmación oficial, parece que estos dispositivos únicamente miden la velocidad y que no sirven para sancionar las conductas infractoras, salvo en los casos en los que los agentes policiales realizan controles en las inmediaciones de los mismos.
En este sentido, y a preguntas acerca del tema, el intendente jefe de la Policía Local, Julio Establés, se limita a explicar que “la velocidad máxima en la ciudad está establecida en 40 kilómetros por hora”, de modo que, “si alguien circula a más de 50, es posible que le llegue una notificación”. A pesar de la advertencia, no se especifica si ya se han interpuesto denuncias contra quienes han rebasado los límites desde su puesta en funcionamiento a principios de 2011.
Por el momento, los dos radares se sitúan en la calle Julián Besteiro, en los alrededores del estadio Pedro Escartín, y en la avenida de Francia, cerca del acceso al barrio Los Valles desde la autovía A-2.
De este modo, son ya once las cámaras que se reparten por la ciudad, intentando cubrir los puntos más conflictivos para el tráfico capitalino, así como aquellos en los que se producen grandes aglomeraciones de gente. De este modo, los nuevos dispositivos instalados suponen un 36 por ciento del total existente, por lo que a lo largo del pasado año se llevó a cabo un importante incremento sobre el número de puntos de vigilancia existente.
Una de las nuevas cámaras instaladas a lo largo de 2011 se han colocado en la intersección entre la calle México y la avenida Pedro Sanz Vázquez, mientras que otra se ha instalada en las inmediaciones del zoo, más destinada a controlar el acceso y posibles incidencias en este parque municipal de gran afluencia y en el cementerio, ubicado en frente, que para el control del tráfico en una zona relativamente tranquila.
Además, los otros dos dispositivos se encuentran en dos de los nudos principales en el tráfico de la ciudad, uno de acceso y salida de la misma y otro en el tránsito interior. De este modo, desde hace unos meses, la glorieta de Cuatro Caminos tiene su cámara de control de tráfico, así como la rotonda de las Víctimas del Terrorismo, desde la que se controla el tránsito en los primeros tramos de las calles Constitución y Cifuentes, de la avenida de Castilla y del paseo Doctor Fernández Iparraguirre.
Y es que, gracias a las características técnicas de estas cámaras, que pueden ser dirigidas desde el centro de pantallas de control del tráfico del cuartel de la Policía Local, la visión de los agentes sin salir de la Jefatura es de 360 grados alrededor del dispositivo y con la posibilidad de acercar el objetivo a cualquier rincón gracias a un potente ‘zoom’.
Más de tres años
Los guadalajareños llevan más de tres años viviendo con las cámaras de control del tráfico, que también han servido para detectar algunos incidentes relacionados con la seguridad ciudadana, como accidentes o intentos de robo, con lo que se ha podido alertar lo antes posible a los agentes en la calle o a otras fuerzas de seguridad. Así, desde junio de 2008, cuando se inauguró el nuevo cuartel policial y, con él, el centro de pantallas, el cuerpo tiene ‘ojos’ en puntos tan transitados como el tramo final de la avenida del Ejército y su confluencia con la plaza de los Caídos; la zona de la iglesia de San Ginés, donde se cruzan la calle Amparo, el paseo de Las Cruces y La Carrera, o la pasarela peatonal del parque de La Amistad.
Detección de delitos
Además de vigilar el tráfico y poder tomar decisiones para regularlo en caso de incidencias, las cámaras de vigilancia de la Policía Local también les permiten detectar comportamientos y maniobras irregulares por parte de los conductores. Así, el hallazgo de delitos contra la seguridad vial y de infracciones graves es otra de las misiones de estos dispositivos. A lo largo del pasado año, los delitos de tráfico en Guadalajara ascendieron a 185, de los que 146 fueron alcoholemias positivas, muchas de ellas descubiertas por los agentes al observar durante la patrulla o por las cámaras una conducta temeraria o irresponsable al volante.
Aumentando los recursos policiales
Además de incrementar el número de cámaras de vigilancia en las calles capitalinas, el cuerpo de Policía Local de Guadalajara no se está viendo tan afectado por la crisis como otros departamentos municipales. Así, durante el año 2011, la plantilla policial se vio completada con la incorporación de 12 policías nuevos, además de un agente de movilidad. De este modo, el cuerpo municipal cuenta con un total de 110 efectivos ordinarios y otros seis agentes de movilidad. La previsión para este año es que la plantilla no se incremente, y solamente habrá convocatoria de plazas en caso de jubilaciones u otro tipo de bajas. En cuanto a los recursos materiales, la Policía Local también incrementó sus herramientas, con un furgón de atestados y otro de señalización, además de tres motos de patrulla.
Dos radares para marcar la velocidad de los infractores
Entre las medidas encaminadas a pacificar y controlar el tráfico y, en concreto, el cumplimiento de la Ordenanza General de Circulación, la Concejalía de Seguridad y Movilidad instaló en dos puntos de la ciudad sendos radares el pasado año, con el fin de disuadir a los conductores de pisar el acelerador más de la cuenta. Por el momento, y a falta de confirmación oficial, parece que estos dispositivos únicamente miden la velocidad y que no sirven para sancionar las conductas infractoras, salvo en los casos en los que los agentes policiales realizan controles en las inmediaciones de los mismos.
En este sentido, y a preguntas acerca del tema, el intendente jefe de la Policía Local, Julio Establés, se limita a explicar que “la velocidad máxima en la ciudad está establecida en 40 kilómetros por hora”, de modo que, “si alguien circula a más de 50, es posible que le llegue una notificación”. A pesar de la advertencia, no se especifica si ya se han interpuesto denuncias contra quienes han rebasado los límites desde su puesta en funcionamiento a principios de 2011.
Por el momento, los dos radares se sitúan en la calle Julián Besteiro, en los alrededores del estadio Pedro Escartín, y en la avenida de Francia, cerca del acceso al barrio Los Valles desde la autovía A-2.
FUENTE:EL Dia Digital