LOS AGENTES NO DESCARTAN QUE PUEDA HABER MÁS IMPLICADOS EN LA BRUTAL AGRESIÓN
Transcurrieron dos horas desde que la víctima desapareció en Zarautz hasta que su cadáver fue arrojado al pantano
La Ertzaintza ya tiene identificado al presunto asesino de Amaia Azkue, aunque no descarta que pueda haber más implicados en los hechos. Los fotogramas analizados de las imágenes de cámaras de seguridad recogen los movimientos del principal sospechoso el día del crimen, lo que ha permitido trazar el perfil de la persona que supuestamente acabó con la vida de Amaia, de 39 años y madre de dos niñas, cuyo cuerpo sin vida apareció atado de pies y manos hace diez días en el embalse Ibai-Eder de Azpeitia tras recibir una brutal paliza.
El varón fue grabado mientras sacaba dinero de un cajero en Azpeitia. Ataviado con una visera, el sospechoso extrajo una importante suma de dinero y posteriormente transitó por algunas calles de esta localidad de Urola Erdia. El análisis de las pruebas documentales ha permitido su identificación, aseguran fuentes cercanas al caso. La Policía continúa tras los pasos de este hombre, aunque no descarta la implicación de más personas y sigue estudiando la posible vinculación entre estos hechos y las denuncias interpuestas por desaparición de vecinos de la comarca.
Al parecer, el agresor conoce bien la zona, apuntan las mismas fuentes, y se sospecha que pudo actuar con extremada premeditación. Lo cierto es que, atendiendo a las pruebas recabadas, tan solo transcurrieron en torno a dos horas desde que Amaia desapareció en Zarautz hasta que supuestamente su cuerpo sin vida fue lanzado a las aguas del pantano de Azpeitia.
Fuentes consultadas confirman que la víctima fue vista en Zarautz realizando unas compras en la zona del Eroski hacia las 13.00 horas, incluso, "algunos minutos después". Todo parece indicar que la víctima pudo ser abordada en esta zona.
Lo cierto es que no hubo excesivo margen de maniobra. Dos horas más tarde, unas mujeres que paseaban por las inmediaciones del embalse de Ibai-Eder vieron manchas de sangre que se confirmaron eran de la víctima. "Los restos estaban muy frescos", apuntan las mismas fuentes. Las pesquisas policiales barajan la hipótesis de que Amaia pudo ser atada de pies y manos poco después de introducirla en su propio vehículo. Este coche, un Megane gris familiar que al parecer contiene numerosas evidencias del presunto asesino, fue hallado dos días después de perpetrarse el crimen en las inmediaciones de Loiola.
RESTOS DE SANGRE Las mismas fuentes sospechan que, tras ser trasladada en el vehículo atada de pies y manos, Amaia pudo ser agredida mortalmente en el mismo pantano, tal y como parecen indicar los restos de sangre recientes hallados en el lugar. Los irreversibles traumatismos que sufrió la víctima llegaron a provocarle la ruptura del cráneo.
Su cuerpo sin vida fue rescatado de las aguas del pantano en torno a las 17.30 horas, pero unos particulares habían observado manchas en las inmediaciones antes, si bien no dieron la voz de alerta hasta regresar a casa al no sospechar la verdadera trastienda del suceso.
Así, la cronología de los hechos revela que desde que se pierde la pista de Amaia en Zarautz hasta que su cuerpo sin vida es arrojado al pantano, a unos 50 kilómetros de este punto, transcurren tan solo unas dos horas.
Un modus operandi que revela una actuación "premeditada" y en el que las prisas parecen imponerse, tal y como se desprende de algunos hallazgos en el lugar del los hechos, como una pistola de balines y algunas vestimentas. Ni siquiera se descarta que el bolso de Amaia y su móvil hubieran podido ser lanzados al pantano. "Quien actúa de este modo tiene muy claro cómo hacerlo, aunque todo parece llevarse a cabo de un modo muy agitado", sostienen fuentes policiales, que no descartan la posible autoría de más de una persona.
Sea como fuere, hay testigos que aseguran haber visto al presunto asesino el día del crimen en el barrio de Aratz-Erreka de Azpeitia, lavándose las manos y desprendiéndose de objetos del interior del coche.
La preocupación por lo ocurrido sigue instalada en toda la comarca de Urola Kosta, desde donde estos días sus alcaldes lanzan llamamientos a la calma. Agentes de paisano han reforzado estos días la vigilancia en Zarautz. El alcalde de esta localidad, Jon Urien, volvió a solicitar ayer calma a la ciudadanía "a la espera de que el asesino realice algún otro movimiento" y pueda ser arrestado.
FUENTE: www.noticiasdegipuzkoa.com