En la américa de Trump, Apple, Google o Microsoft tienen bastante que perder y estos son algunos de los motivos
El republicano Donald Trump ya es el presidente electo de EE.UU., un país que por su importancia económica y política, marca la agenda de la gran parte de países del resto del mundo. También el de la tecnología. La mayoría de las grandes empresas del sector tienen su sede en este país, aunque la presión de China, como potencia tecnológica en todos su ámbitos, sigue aumentando.
Trump se ha caracterizado por ser un candidato muy duro con la inmigración, derechos civiles, economía o incluso con los medios de información. Silicon Valley, como sede del mundo tecnológico, tiene muchas razones por las que preocuparse. Hay una en particular en la diana de Trump: Apple. El principal motivo del ataque de Trump a Apple es por los impuestos que no declara en el país.
Debemos remontarnos casi un año, a diciembre de 2015, cuando Tim Cook comentó en una entrevista que las declaraciones de Trump sobre los impuestos de Apple eran “basura política”. En resumen, Trump quiere que todas las ganancias que hace Apple fuera del país, se traigan y se paguen los impuestos correspondientes.
Se estima que Apple tiene 200.000 millones de dólares fuera de su país, dos tercios de su negocio. De incorporar esas ganancias a su matriz deberían pagar hasta el 35% en impuestos. Eso es muchísimo dinero que Apple se negaría a pagar, llegando al punto de apoyar lobbies para que se realice una reforma fiscal.
Fabricar iPhones en EE.UU.
Otro de los comentarios que Trump dejó caer en una de sus conferencias es obligar a Apple a fabricar sus productos en EE.UU., dando trabajo a americanos y no a empresas en China.
La idea de que Apple, o a estas alturas que cualquier empresa fabrique un producto tecnológico fuera de China, es casi una locura. La mayoría de las fábricas especializadas en montaje de productos tecnológicos está en China. También muchos de las materias primas necesarias para componentes se encuentran en este país. Pero sin duda, una de las mayores ventajas sigue siendo que fabricar un producto en China es considerablemente más barato que en cualquier otro país occidental.
El único producto que Apple monta en EE.UU. es el ya desfasado Mac Pro. La mayoría de sus componentes se importan desde China, se ensamblan en una factoría de Austin, Texas. Este es un producto para profesionales cuyo precio empieza en 3.450 euros, un sobrecoste que se puede asumir por su especialización.
¿Qué hará Trump con el cifrado?
En el ataque terrorista de San Bernardino se recuperó un iPhone de uno de los asesinos. El FBI pidió ayuda a Apple para desbloquearlo ya que el equipo estaba cifrado. Apple se negó dejando claro que ellos no pueden acceder a los datos almacenados. El FBI interpuso demandas contra Apple para obligar a la empresa a encontrar una vía de acceso a su memoria, lo que hubiese creado un peligroso precedente.
Trump llegó a pedir el boicot de productos Apple. Con el control de la cámara baja de EE.UU. y de la NSA, la posición del país podría ser mucho más agresiva contra el cifrado y las empresas que lo usan en sus productos.
La seguridad de nuestros datos está en juego todos los días, no sólo por delincuentes informáticos, también por gobiernos que quieren puertas traseras para tener control de la información. Empresas como Google, Microsoft y Apple son responsables de proteger millones de conversaciones, fotos, vídeos y documentos, no sólo de estadounidenses, también del resto del mundo....LEER NOTICIA COMPLETA.