Cuando una empresa se enfrenta a acusaciones de violaciones de derechos humanos y tortura contra sus propios empleados, lo único que le queda para no desaparecer es trabajar en una de las zonas más peligrosos del mundo o, simplemente, despedir a sus trabajadores para que sigan haciendo sus sucios oficios en otra empresa. Es el caso de la agencia de seguridad privada Blackwater, condenada públicamente por Hillary Clinton desde los casos de abusos cometidos en Irak, según revelan los cables de la diplomacia de Estados Unidos difundidos por Wikileaks.
Uno de los papeles al que ha tenido acceso el diario The New York Times prueba la presencia de Blackwater en un país aún más peligroso que Irak: Somalia. La agencia propone un servicio exclusivo y que puede interesar a todas las grandes empresas petróleras que viajan por el golfo de Adén: cazar a piratas.
A finales de 2008, un año después de que cinco miembros de la agencia dispararan indiscriminadamente en pleno centro de Bagdad matando a 17 personas, Blackwater Worldwide consiguió un buque con bandera de Estados Unidos con ametralladoras y un pequeño avión. El barco, llamado McArthur, tiene capacidad para una tripulación de 33 personas para patrullar en el golfo de Adén durante 30 días con plena autonomía.
Las autoridades estadounidenses sabían los objetivos de Blackwater con su nuevo negocio. "No tienen la intención de detener a piratas, sino que utilizarán la fuerza contra ellos si es necesario", dice un cable de la embajada de Estados Unidos en Yibuti. La compañía de seguridad buscó el respaldo de la misión diplomática para ayudarles a montar el negocio. La embajada "agradecería la orientación del Departamento de Estado sobre el nivel adecuado de compromiso con Blackwater", escribe el embajador estadounidense James C. Swan.
Impunidad en Irak
Porque la impunidad de los agentes de la empresa desplegados en Irak era casi absoluta. En el caso de la muerte "accidental" de los 17 iraquíes el 16 de septiembre de 2007, la embajada de EEUU en Bagdad respaldó Blackwater para pagar a las familias y no seguir con las acciones legales. "La embajada considera que [la agencia de seguridad] debe pagar compensaciones y pide la asistencia del Departamento de Estado", se lee en un cable filtrado por Wikileaks a Le Monde. Nunca se supo si, finalmente, las familias recibieron o no dinero.
La matanza del 16 de septiembre de 2007 causó la ira de las autoridades iraquíes, que pidieron que todos los agentes de la agencia abandonaran el país en un plazo de seis meses. Un cable diplomático del 5 de enero de 2010, citado en el diario francés, dice: "El Ministerio del Interior iraquí dio la licencia a DynCorp, aunque emplea a muchos antiguos miembros de Blackwater".
La empresa de seguridad, que facturó más de 1.000 millones de dólares en Irak y en Afganistán desde 2001, sí que dejó Irak, aunque cambió de nombre para operar en otros países. Blackwater se llama desde 2009 Xe Services y nunca dejó de tener buenas relaciones con la Casa Blanca. El negocio de caza piratas no funcionó, pero firmó este año un contrato de 100 millones de dólares con la CIA para proteger sus bases en Afganistán.
FUENTE: www.publico.es