Metrovalencia cuenta con 427 interfonos y 1.179 cámaras de videovigilancia en estaciones y trenes, pero no es suficiente para garantizar la seguridad de los viajeros. Por esa razón, la empresa pública ha sacado a licitación la colocación de los mismos aparatos en todos los apeaderos del tranvía, en las líneas 4 y 6, según aseguraron ayer fuentes de la compañía.

El pasado año, más cien grabaciones de las cámaras fueron entregadas a la Policía para la resolución de delitos, como prueba en los procesos de investigación.

Las imágenes se utilizan, indicaron las mismas fuentes, para resolver denuncias sobre el uso fraudulento de tarjetas bancarias, robos y hurtos producidos en las instalaciones del metro o en el exterior. Acerca de la colocación de más cámaras e interfonos, indicaron que de los 1.179 aparatos, un total de 544 están distribuidos en las estaciones y talleres de la red, mientras que 635 sirven en los trenes. Los 427 interfonos están distribuidos en vestíbulos, andenes y ascensores de las estaciones.

La ambición de poner fin a los desvalijamientos en las iglesias de Melide, Santiso y Arzúa llevaron a su párroco, Rodrigo Rúa, a cortar por lo sano: videovigilancia. La idea es evitar tropezar dos veces en la misma piedra y proteger un patrimonio valioso, cuya imaginería gótica durante la década de los 70 se convirtió en objeto de expolio.

La iniciativa se puso en marcha hace unos meses, cuando se tomó en consideración la cuantía, no tanto del material robado, sino de los daños en el patrimonio a consecuencia de los destrozos. Con todo, el hurto de piezas patrimoniales no es habitual en las pequeñas iglesias de las parroquias, puesto que están debidamente catalogadas y su localización es cada vez más frecuente por parte de las fuerzas de seguridad, y en la actualidad, el robo de tallas no resulta un problema.

La videovigilancia se inició, de manera experimental, en el templo de Santa María de Rendal, en Arzúa. Sin embargo, el programa bautizado como Igrexa 2.0, afecta también a la iglesia de Rendal -en Arzúa-, de Baltar y Grobas, Golán, Orois, O Leboreiro, O Meire, y Furelos -en Melide- y de Vimianzo -en Santiso-. El sistema funciona a través de una conexión a Internet y Rendal es la única que se beneficiará del proyecto que dispone de la cobertura necesaria, tras la iniciativa del Concello arzuano de dotar sus locales sociales de acceso a la Red.

FUENTE: www.lavozdegalicia.es

Las fiestas son sinónimo de aglomeración. Y la aglomeración es el hábitat ideal para los amigos de la ajeno y también para los incívicos. Eso es lo que se quiere evitar. La Feria del Folclore y la Gastronomía, conocida popularmente como las Casetas Regionales, reforzará en su vigésimo novena edición la seguridad del recinto situado junto al estadio José Zorrilla. Doce cámaras de videovigilancia controlarán este año los 8.000 metros cuadrados de superficie de este espacio destinado a disfrutar las viandas y las tradiciones de todos los rincones de España. No es ni mucho menos un lugar conflictivo, pero la prevención siempre es buena. Desde ayer la empresa especializada Prevent instala estos objetivos en lugares estratégicos del enclave. A ocho metros de altura, estos ojos grabarán las 24 horas del día. Ningún espacio quedará fuera de su visión.

El objetivo de esta iniciativa, inédita en las fiestas de Valladolid, es doble. Por un lado, servir como elemento disuasorio para quienes pretendan aprovecharse del jaleo y apropiarse de lo que no es suyo o cometer alguna trastada. Por otro, grabar cualquier tipo de incidente que se pueda producir en esta explanada, que recibirá la visita de miles de personas a partir de mañana.

Sevillano que se interesó en la Hispalense por la criminología como vía para conocer mejor la sociedad, con sus investigaciones y su acercamiento directo al lumpen es experto en las políticas de prevención del delito y en todo lo que se oculta tras la inseguridad.

AQUEL niño nacido cerca de la Macarena y cuya infancia y adolescencia se desarrollaron en Nervión, con estudios en el Colegio SanMiguel, el Instituto Nervión y la Facultad de Derecho, es hoy un experto de referencia internacional en criminalidad, estudio de los delincuentes y políticas y leyes sobre seguridad. Con muchos contactos dentro y fuera de España. De padre cordobés y madre de Linares, que se conocieron en la Sevilla de los años 60, Juan José Medina, de 41 años, es el primogénito. Su hermano es guardia civil y su hermana psicóloga dedicadaa los recursos humanos. Vive en Manchester con su compañera sentimental y tienen una hija de dos años. "Ahora residimos cerca de un bar donde se tira buena cerveza Cruzcampo y emiten los partidos de mi Sevilla". Sus abuelos, desde Sevilla, ya forman parte de los que ven y hablan a la familia a través de Skype. 

-¿Qué le condujo a especializarse en criminología? 

El área industrial de Silvota, en Llanera, cuenta desde el pasado mes de agosto con un nuevo sistema de videovigilancia que complementa el servicio de seguridad privada que la Asociación de Empresarios del Polígono de Silvota (Asemposil) proporciona de forma habitual al recinto empresarial. 

Este nuevo equipamiento se ha instalado gracias a un convenio de colaboración firmado entre Asemposil y el Ayuntamiento de Llanera y a través de las ayudas para la mejora de áreas industriales consolidadas del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA). El nuevo sistema cuenta con 43 cámaras de videovigilancia instaladas en todas las vías del polígono industrial. La disposición de las cámaras de vigilancia facilita «un control global del área industrial» y proporciona a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado «una herramienta eficaz para la resolución de incidencias», según explican los responsables de la asociación de empresarios de Silvota, que preside Pablo García Vigón. 

Con la videovigilancia, este polígono industrial de Llanera cuenta ahora con un sistema de seguridad que «se suma al trabajo realizado por los vigilantes jurados». El nuevo dispositivo permite tener «un mayor control del acceso de vehículos al polígono, mejorando las posibles incidencias que pudieran producirse durante las veinticuatro horas del día», argumentan los empresarios, satisfechos con esta nueva medida, con la que Asemposil pretende aumentar «el rango de seguridad del área industrial», tanto rebajando la incidencia de robos y hurtos como disuadiendo de la comisión de los mismos.