Un circuito de videovigilancia cerrado con la última y más puntera tecnología del momento se está instalando desde hace apenas unas semanas en la Prisión Provincial El Acebuche. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos que afronta la cárcel para este año y que se incluye dentro del programa de mejora de la seguridad en el que además se contempla también la renovación de todo el sistema de seguridad perimetral que se llevará a cabo a lo largo de este año.

Así lo ha avanzado a Diario de Almería el director del centro penitenciario, Miguel Ángel de la Cruz, quien además explicó que esta inversión “supondrá elevar de un 5% hasta un 10% el nivel de seguridad de El Acebuche”.

De la Cruz explica que la renovación del circuito de cámaras de televisión se ha iniciado ya desde hace unas semanas. Concretamente los nuevos dispositivos ya funcionan en el Módulo 7 de la prisión, en el que se encuentran internados los presos multi reincidentes, es decir, los que tienen numerosas detenciones y condenas a sus espaldas por muy diversos delitos, los penados. Paulatinamente se irán sustituyendo las antiguas y limitadas cámaras de videovigilancia existentes actuales por estas de última generación que permiten, entre otras cuestiones, congelar imágenes, ampliar con zoom hasta poder reconocer el rostro de personas a una distancia más amplia y recoger la imagen en un radio de 360 grados.

El director del centro penitenciario de Almería asegura que este proyecto es “de vital importancia para elevar el nivel de seguridad de la cárcel, de los funcionarios y de los propios internos, y además, cómo no, es un adelanto al futuro más inmediato que está por venir, que conllevará inevitablemente que tengamos que afrontar novedosas peripecias y artimañas de familiares y conocidos de los internos para hacerles llegar al interior de la cárcel entre otras cosas drogas y pastillas”.

Este es el caso por ejemplo de la utilización de drones, como ya se ha detectado en otras prisiones de España, o lanzamientos de objetos desde el exterior que puedan contener dentro sustancias estupefacientes o cualquier objeto que puedan poner en riesgo a la comunidad penitenciaria. De la Cruz está convencido de que “el uso de drones u otro tipo fórmulas anónimas y seguras para los infractores, la mayoría relacionadas con las nuevas tecnologías, serán la amenaza más inmediata en este sentido. Y ante esto ya nos hemos puesto manos a la obra para prevenir lo máximo posible”.

Precisamente, fue un funcionario de El Acebuche, fuera de servicio, quien avistó el pasado día 15 de diciembre un dron que sobrevolaba por los alrededores de la prisión. Un hecho que, pese a que pueda parecer alarmante, porque es la primera vez que se ha avistado algo semejante en la zona, desde la dirección de la cárcel aseguran que “no hay ningún indicio de que el dron pudiera estar en la zona para introducir algo en la cárcel, pues ni fue avistado encima del perímetro ni se observó ningún movimiento que pueda llevar a abrir una investigación al respecto ni por parte de los funcionarios, ni de la Guardia Civil ni de las cámaras del circuito de televisión”.

 

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Fuente: Diariodealmeria