Un informe realizado por el departamento de Interior del Gobierno vasco revela que desde el pasado año, coincidiendo con la instalación de cámaras de videovigilancia en el embarcadero de Portuondo, en Sukarrieta, se ha reducido el número de delitos. La estadística recopilada por la Ertzaintza, a petición del alcalde de Sukarrieta, constata que frente a los ocho registrados en 2007, seis en 2008, siete en 2009, el año pasado se redujeron a uno solo y ninguno en lo que llevamos de año. «Teniendo en cuenta que las cámaras estaban operativas desde comienzos del pasado ejercicio es evidente la eficacia y necesidad del sistema instalado», aseguraron desde el colectivo de embarcaciones de recreo de Portuondo.

El balance de datos añade, además, que con respecto a otros fondeaderos de la Ría de Urdaibai como son el de Murueta y Arketas en Ibarrangelu, entre los años 2007 y 2009 se produjeron en Portuondo la mitad de los delitos, disminuyendo al 11% en 2010 y al 0% en 2011. «A la vista de este resumen se puede observar que los hurtos se han desplazado a otros fondeaderos como el de Murueta, donde se han tramitado cuatro denuncias en lo que llevamos de año», indicaron.

Apoyo contra la sanción

Según los datos aportados por la Ertzaintza, el fondeadero de Arketas también ha sufrido robos anteriormente con un total de 8 en 2007, 4 en 2008, 6 en 2009, 5 en 2010 y ninguno este año. En los tres embarcaderos se han registrado un total de 53 delitos desde 2007.

La asociación de embarcaciones de recreo de Portuondo remitirá este informe a la Demarcación de Costas para apoyar las alegaciones presentadas el pasado mes de agosto contra la sanción de 5.000 euros impuesta por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino por instalar cámaras de vigilancia sin contar con «el oportuno título habilitante» y haberlas ubicado en un espacio peatonal de «servidumbre de tránsito, en la zona de Portuondo».

Los amarristas colocaron un circuito cerrado de cámaras de videovigilancia frente al pantalán como método disuasorio ante la oleada de robos y constantes actos vandálicos que estaban sufriendo en sus propiedades. Según los propietarios de barcos los dispositivos se pusieron en marcha tras un convenio suscrito con el Ayuntamiento de Sukarrieta para mejorar la seguridad ciudadana y con el consentimiento de un vigilante de Costas. «Uno de los objetivos se situó en una farola municipal dentro de una propiedad privada totalmente vallada y otro a más de seis metros de la línea de Costas», afirmaron.

 

FUENTE: www.elcorreo.com