GRANADA
La fachada de Derecho es objeto de nuevas pintadas a pesar de las cámaras
La Policía investiga el caso para identificar a los autores de los garabatos, que costarán otros mil euros borrarlos

La Facultad de Derecho de la Universidad de Granada (UGR) no se libra de las pintadas ni de los gamberros ni con cámaras de videovigilancia. Han aparecido nuevos grafitis en la entrada principal del edificio histórico. En el centro universitario se quejan del dineral que deben gastarse y del «mal rato» que pasan cada vez que aparecen estos garabatos.
El edificio monumental -antiguo Colegio de San Pablo- es objetivo de los vándalos desde hace años. Este otoño se colocaron cámaras de videovigilancia para cortar esta situación e, incluso, se habló de que serviría como 'laboratorio' contra los grafitis en la capital. Las cámaras 'protegen' tanto la fachada principal como el resto del perímetro del centro universitario: Jardín Botánico -que se lleva la palma- y calle Duquesa. Ayer, el decano de la Facultad de Derecho, Juan López, confirmaba que han aparecido nuevas pintadas y que «pensaba que las cámaras iban a disuadir más». Eso sí, se mostró confiado en que se pueda localizar a quién haya sido y con la multa se disuada a los grafiteros.

Según los datos aportados por el máximo mandatario de la facultad de la plaza de la Universidad, ayer mismo miembros de la Policía se dirigieron a la UGR -las grabaciones las custodia la Secretaria General- para preguntar si habían algunas imágenes. La Policía, según fuentes de la misma, estuvieron ayer haciendo fotografías a la fachada de la Facultad de Derecho. Ahora, lo que se espera en la UGR y en las fuerzas de seguridad, es que con el visionado de las cintas se pueda localizar quién ha sido el autor de esos garabatos.
Por el momento, en la Facultad de Derecho no saben la cantidad exacta de dinero que les costará quitar la nueva pintada, pero Juan López calcula que pueden ser unos mil euros. Es un edificio histórico y requiere una intervención especial. Estos años atrás, el centro universitario expone que haciendo cuentas tenían que desembolsar una media de unos 18.000 euros cada curso. La Facultad de Derecho tenía previstas, dada esta situación, tres intervenciones a lo largo del año académico: una al inicio de curso, otra después de Navidad y la última a final de curso.

Lo que sí se conoce es el castigo para quien comete un delito de daños contra el patrimonio histórico como es este caso. Conlleva penas de uno a tres años de cárcel y multa de doce a veinticuatro meses. A ello habría que añadir la eventual responsabilidad civil: es decir, el abono de lo que cueste arreglar la gamberrada en cuestión.
Medidas de seguridad

Derecho tomó la decisión de colocar cámaras de videovigilancia por la constatación de que solo se libran de las pintadas aquellos monumentos que están vigilados «a través de medios tanto personales como materiales», según detallaba la Unidad de Policía Judicial adscrita a la Fiscalía Superior de Andalucía en un informe que está recogido en la última memoria de la institución. «Durante el año 2010 -recordaban los agentes en el citado informe- se han efectuado visitas a todos los Bienes de Interés Cultural de Granada (74), pudiendo comprobar que un elemento esencial en la conservación de los mismos está constituido por la existencia o no de medidas de seguridad (...) siendo determinante el hecho de que la totalidad de Bienes de Interés Cultural (BIC) que cuentan con estas medidas de vigilancia no han sido prácticamente afectados por grafitos, aún encontrándose estos en lugares cuyos alrededores son 'grafiteados' de manera constante».

La Facultad de Derecho tomó nota pero, por el momento, los gamberros parece que no se han enterado de que están siendo vigilados. Ahora esperan poder identificar al vándalo y fundamentalmente que no se repitan las pintadas.