Grabar, graban, pero solo vigilan a medias. La red de cámaras de videovigilancia que Portos de Galicia tiene desplegada en dieciocho dársenas de la comunidad es una especie de gran hermano defectuoso: ve, pero como no existe un sistema de gestión unificado para controlar lo que graban las cámaras, lo que captan es «de validez legal dudosa», tal y como admiten desde el organismo dependiente de la Consellería do Mar. Esas fuentes señalan que, en caso de tener que presentar una filmación como prueba, es posible que fuese admitida por los jueces. Pero, por si acaso, apuran las gestiones para que salga a concurso cuanto antes ese sistema unificado con un centro único de control que pondría fin al período de pruebas de las cámaras y que haría de la red un verdadero instrumento de vigilancia. Pegatinas Saber que esas pegatinas rojas y esos carteles amarillos que garantizan que los pantalanes están guardados por ojos catódicos solo dicen una verdad a medias ha soliviantado a los usuarios de algunos puertos. Es el caso del de Foz, donde hace unas semanas se produjeron robos en varias embarcaciones de recreo a la vista de las cámaras. «Creemos que estamos pagando por un servicio e resulta que non o temos», comenta uno de los usuarios de los pantalanes deportivos. El tono de la queja se redobla porque acaban de satisfacer la cuota semestral por el uso de las instalaciones náuticas, y Portos ha eliminado las bonificaciones que tenían los usuarios por la falta de calado del muelle y por no disponer de vigilancia. Puede que el dragado haya resuelto uno de los problemas, pero el de la seguridad todavía figura en la relación de cuestiones pendientes.
Los puertos de titularidad autonómica están controlados por los guardamuelles. Son funcionarios que se encargan de velar por el correcto funcionamiento del recinto durante el día. Por la noche, hasta hace aproximadamente año y medio, solo había personal de vigilancia en las dársenas de mayor actividad (Celeiro, Burela y Ribeira). Esos vigilantes han sido sustituidos por esas cámaras que graban, pero que nadie controla. Lo que pretende Portos es centralizar su control en un mismo local, y lo más probable es que sea en las dependencias que el organismo tiene en Santiago, para coordinar desde allí las imágenes que envían todas las cámaras. Los portavoces del organismo ponen como ejemplo el funcionamiento de la videovigilancia de un aparcamiento, donde desde una única oficina se controlan las distintas plantas. En el caso de Portos, desde Santiago o desde donde se centralizase la vigilancia se podría observar cualquier puerto de los que tienen instalado el sistema. Según el organismo, el concurso para el nuevo sistema se publicará a finales de este mes o principios del que viene, en cualquier caso, antes del verano. Crecimiento En la actualidad, Portos de Galicia ha corrido con los gastos de instalación de en torno a cien cámaras en dieciocho instalaciones portuarias: Ortigueira, Foz, Burela, Celeiro, Ribadeo, Cariño, Testal (Noia), O Freixo (Outes), Ribeira, Corme, A Pobra, Sada, Brens-Cee, Combarro, Canido (Vigo), Portonovo, Cangas y O Xufre, en A Illa de Arousa. Y la previsión es que ese sistema continúe creciendo. En Sada, donde la semana pasada se produjo un robo en un pesquero y daños en diversas instalaciones portuarias, la cofradía también ha reclamado la instalación de videovigilancia.
FUENTE: www.lavozdegalicia.es