Dos días después de la constitución de las corporaciones municipales, el independentismo radical ha vuelto a hacerse oír atentando contra la sede de un partido político. Una bomba de cerca de un kilo de pólvora prensada en un recipiente metálico destrozó las instalaciones del PP en el municipio coruñés de Ordes. La onda expansiva afectó a media docena de edificios colindantes destrozando escaparates, ventanas y puertas de cristal.
La explosión se produjo sobre las cinco de la madrugada en uno de los bajos de la calle Campeira -04.58 según la cámara de videovigilancia de una funeraria próxima- y fuentes de la Guardia Civil explicaron que el artefacto estaba colocado en la puerta de entrada y fue accionado mediante un sistema de retardo para dar tiempo a los autores a huir del lugar.
La principal hipótesis de los investigadores apunta al independentismo radical y más concretamente a la organización Resistencia Galega como autores del atentado, que guarda muchas similitudes con los registrados en los últimos meses contra sedes políticas de Galicia, como avanzó el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo. De hecho, el material utilizado y la forma de colocación de la bomba coinciden con los atentados contra las sedes del PSOE en Teo y A Estrada.
Pudo ser una tragedia
La explosión causó importantes daños materiales, pero ninguno personal. Pero fue por verdadera suerte porque pudo ser una tragedia. Minutos antes pasaron ante el local al menos dos personas que iban a sus trabajos. José Becerra, gerente de una funeraria ubicada en esa calle, pasó andando por allí veinte minutos antes, además de otra persona en un vehículo particular y el coche de la funeraria, que fueron avisados para una salida. La cámara de seguridad de la funeraria puede que no sea de mucha utilidad para los investigadores, ya que no enfoca a esa zona de la calle y solo recoge la luz desprendida por la explosión.
Si alguien se enteró al segundo del ataque ese fue Monteiro, de la panadería O Recreo, que llevaba una hora trabajando. «Ás 4.40 fun buscar unha carreta de leña xusto ao lado, e estaban os da funeraria tamén». Oyó una explosión seca, y aunque primero pensó que había reventado la rueda de un camión, cuando salió de la panadería y vio el humo lo tuvo claro, «porque xa hai uns anos pasara algo así na mesma sede». Y tenía razón, porque la sede del PP de Ordes ya fue objeto de un atentado con cócteles molotov el 1 de junio del 2005, en plena campaña para las elecciones autonómicas.
El panadero llamó al portavoz municipal del PP, José Luis Martínez, que acudió enseguida al lugar y estuvo acompañado por el alcalde, el independiente Manuel Regos. Martínez dijo que el falso techo de la sede municipal se agrietó y se desprendieron algunas zonas, mientras que parte de los tabiques también cedieron. El popular condenó los actos y agradeció las muestras de solidaridad, al tiempo que confía en que las investigaciones permitan detener a los autores del atentado, «porque nin a violencia nin a barbarie teñen cabida nunha vila coma Ordes».
El alcalde mostró su apoyo a los populares y a todos los vecinos, señalando que este tipo de actos «no son concebibles en democracia». Los socialistas ordenses mostraron también su solidaridad, mientras que el nacionalista Gonzalo Castro dio su apoyo a afiliados y simpatizantes del Partido Popular y condenó estos actos «inxustificables».
FUENTE: www.lavozdegalicia.es