En Mercabilbao casi no se recuerda un suceso como el vivido el pasado domingo en los pabellones 2 y 3. Durante los últimos tiempos se habían producido pequeños hurtos «en coches y lonjas» en horario laboral, pero no de noche. «En cuatro décadas, es el cuarto incidente de este tipo», señalaron ayer portavoces del centro comercial mediante un comunicado.
El último 'gran' robo en el recinto de Basauri se vivió en 2006 y acarreó numerosas mejoras en los sistemas de seguridad: se contrató guardias para los fines de semana, se abrió el recinto a patrullas de la Ertzaintza y la Policía Municipal y se instauraron las rondas controladas de los vigilantes. También se instalaron cámaras fijas. En concreto, seis grabadoras, a las que durante el último año se han añadido otras cuatro. Curiosamente, la gerencia iniciaba el pasado viernes los trámites para ubicar una más en la puerta de acceso.
«El problema es que todas se encuentran fuera de los pabellones y como entre alguien en las lonjas puede hacer y deshacer sin que nadie le moleste», relatan los minoristas. Hay algo más. Expertos en seguridad explicaron ayer a EL CORREO que las cámaras de Mercabilbao se han quedado «obsoletas».
«Nadie puede estar mirando imágenes fijas durante 8 horas», explican. Lo lógico en un recinto de tal magnitud, a su juicio, sería instalar aparatos que incluyan sensores de movimiento. «Si detectan a alguien en un horario fuera de lo común se enciende un piloto y saltan las alarmas. Es de gran ayuda y tampoco creas que cuestan una millonada», argumentan.
FUENTE: www.elcorreo.com