El Tribunal Supremo acaba de dar la razón a Carmelo González de la Guardia en su lucha para librarse de las cámaras de videovigilancia con las que su vecino lleva cuatro años grabando las entradas y salidas de su familia. La situación había llegado a tal punto que, según explica, "algunos amigos no vienen a vernos a casa porque no les gusta que los estén grabando; muchas veces hemos tenido que quedar con ellos en algún otro sitio".
Este vecino de Icod de los Vinos se muestra muy satisfecho con la resolución del Supremo, pero lleva tanto tiempo litigando por lo que considera su derecho a la intimidad que no se acaba de fiar. Para él, podría ser tan sólo una batalla más. Por eso, confiesa estar muy sorprendido ante el revuelo que ha levantado el fallo judicial. "No nos lo esperábamos porque llevamos tanto tiempo metidos en juicios que casi pensamos que es una sentencia más", relata Carmelo. "Algunos vecinos del pueblo ni siquiera sabían todo lo que había detrás; sabían que ahí había unas cámaras pero nada más", declara.
Seguridad
Carmelo González y Gunter Repke son dos de los cuatro propietarios de las cuatro únicas casas de la calle Real, en Icod de los Vinos. Los dos más cercanos. Se trata de una zona muy tranquila, por lo que González nunca ha visto justificada la obsesión de su vecino por la seguridad. "Aquí nunca ha habido denuncias ni nada por el estilo", comenta.
Según cuenta, cuando se encontró "de la noche a la mañana con esas cámaras instaladas en el pasillo de serventía por donde yo entro siempre a mi casa porque la otra da a la carretera, y siendo vigilado las 24 horas, no me quedó más remedio que denunciar". González de la Guardia confiesa que se sintió sumamente incomprendido cuando el juzgado icodense desestimó su demanda. Sin embargo, agradece a su abogado, Miguel González Dorta, la tenacidad que le ha llevado a seguir adelante hasta obtener la protección del Tribunal Supremo. "Cuando rechazaron nuestra demanda al principio me sentó bastante mal; ahora creo de nuevo en la justicia", afirma.
Carmelo González espera que este fallo ponga punto y final a una etapa en la que se ha sentido como un habitante "de la casa de Gran Hermano".
FUENTE: www.laopinion.es