Desde la entrada en vigor de la ya derogada Ley de Seguridad Privada del año 1992, las empresas de seguridad comenzamos nuestra andadura en el campo de explotación de las Centrales Receptoras de Alarmas; más lejos quedan aún aquellos marcadores automáticos a las FFCCS que la propia Ley prohibió con la llegada de las nuevas por aquel entonces CRAs. En aquella década de los 90, estas grandes centrales de alarma comenzaron a crecer en número de conexiones y servicios siendo en su momento todo un hito en tecnología de sistemas.
Han pasado ya más de 30 años y en la actualidad hemos dado el salto a unos centros de operaciones de seguridad (SOC) que están a la vanguardia en materia de servicios, al estar
dotados de unos sistemas y dispositivos de última tecnología, a lo cual se ha de sumar que algunas de las empresas de seguridad, como es nuestro caso, hemos creado nuestros propios departamentos de I+D para proveer a los sistemas de alarma de robo e intrusión, técnicas, de fuego, de dispositivos móviles y personales, etc., que día a día perfeccionan la calidad de los servicios y multiplican exponencialmente las distintas ofertas y propuestas a los usuarios en múltiples campos.
No solo la mejora en la calidad de los sistemas, las comunicaciones y las nuevas tecnologías han marcado estos últimos años, sino que también el personal que gestiona los SOC y que transmite las señales recibidas al personal que corresponda en cada supuesto, se ha profesionalizado y especializado en múltiples disciplinas (normativa, dispositivos, atención al cliente, empatía, gestión documental, etc.)
La actualidad y el futuro de los ahora denominados SOC pasa por adecuarse a la realización de unos servicios integrales basados en la domótica y las comunicaciones IP entre otras, y no solo aquellos con los que comenzamos de alarmas de robo e intrusión; esto está generando unos SOC altamente especializados y con áreas de servicios y clientes independientes y autónomos, hasta el punto de diversificar las instalaciones de estos nuevos SOC en distintas zonas geográficas, como es nuestro caso.
Las más importantes empresas de sistemas están duplicando sus centros de seguridad SOC en dos o más localizaciones geográficas separadas. Esto es así porque en primer lugar sirve para especializar y autonomizar por clientes y sectores los distintos servicios de seguridad a prestar, generando así áreas o departamentos de gestión de alarmas, gestión documental a clientes, especialización por entidades financieras, retail, gas station…
Y, en segundo lugar, ambos SOCs se configuran como central de back up, respectivamente, ante los supuestos de inoperatividad parcial o total de cualquiera de ellos conforme a lo previsto y siguiendo los protocolos de actuación establecidos en el Plan de Contingencias y Continuidad de Negocio creado ad hoc para cada uno de los SOCs que tenemos ubicados en Barcelona y Alicante, y que dan cobertura nacional e internacional.
De centrales receptoras de alarmas a centros especializados de seguridad
Los modelos de sistema de estos centros especializados de seguridad permiten almacenar los datos de ambas centrales en un único servidor, y dejar así la información en tiempo real disponible para uso inmediato. Por ello, en caso de cortes de líneas, sabotajes, o de apoyo en catástrofes, esta duplicidad de instalaciones hace que cualquiera de ellas sea capaz de asumir la función íntegra de todos los sistemas.
Un SOC además cuenta con distintas áreas multifuncionales dentro de la instalación, más allá de la meramente operativa, toda vez que su acceso es restringido solo al personal de dicho SOC y debe reunir unas condiciones de blindaje, accesos y protección contemplados en la normativa de Seguridad Privada del Ministerio del Interior. Ejemplos de estas áreas son vestuarios, salas de reuniones, aseos, comedor, laboratorio técnico, sala de pruebas, área I+D, sala ZAR (Zona de Acceso Restringido), puntos OTAN, etc., las cuales son exclusivas para el personal del SOC que cubre turnos para trabajar 24 horas al día, 365 días al año.
Esto permite trabajar a futuro, creando ideas y proyectos que más adelante y gracias a estos espacios, centros y profesionales, verán su luz en aplicaciones prácticas en el mundo de la seguridad, como es el caso de sistemas de dron para vigilancia, elementos domóticos que permitirán realizar inspecciones en el interior de las instalaciones conectadas al SOC en caso de saltos de alarma sin necesidad de apoyo personal o custodia de llaves, toda vez que se podrá habilitar el acceso a la patrulla o al propio vigilante en remoto, encender iluminación de la sucursal, etc., gestionando a su vez todo tipo de señales o parámetros técnicos como consumos, encendido automatizado de dispositivos de clima, rótulos y cualquier otro dispositivo electrónico.